La Policía Federal detuvo ayer a dos personas en las zonas centro y este de la provincia de Mendoza en el marco de siete allanamientos ordenados por el Juzgado Federal Nº 1 de Mendoza e impulsados por el Área de Transición de la Unidad Fiscal Mendoza, a cargo de Fernando Alcaraz, en una investigación sobre la presunta existencia de una incipiente organización cuyo objeto es combatir por la fuerza ideas ajenas.

Las medidas se llevaron a cabo con la exclusiva intervención de la Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal, apoyada por la División Delitos Tecnológicos de esa misma fuerza. En efecto, el Ministerio Público Fiscal había solicitado al juzgado federal interviniente la realización de cuatro allanamientos en inmuebles ubicados en el departamento de Rivadavia, de uno en el departamento de Las Heras, de uno en el departamento de Guaymallén y de otro en la ciudad de Mendoza. El objeto de las procedimientos fue obtener dispositivos electrónicos, como teléfonos celulares, computadoras, pen drives y discos rígidos, documentación, armas de fuego, explosivos o elementos aptos para su fabricación.

Con las medidas adoptadas, sugeridas por la Policía Federal, se logró la detención de dos personas, el secuestro de elementos electrónicos que serán sometidos a análisis y armas de fuego cuya documentación será analizada.

En los domicilios no se hallaron explosivos o elementos aptos para su fabricación. Los procedimientos contaron con la intervención de personal especializado y de canes entrenados para su hallazgo.

El juez federal Marcelo Garnica indagó ayer a los detenidos por el delito previsto en el artículo 213 bis del Código Penal, que reprime con penas de reclusión o prisión de tres a ocho años a quien “organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin estar comprendidas en el artículo 210 de este código [referido a la asociación ilícita], tuvieren por objeto principal o accesorios imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la asociación”.

La investigación, tendiente a establecer el alcance, conformación y real peligrosidad de la incipiente organización, continuará a cargo de la Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal mediante el análisis de los dispositivos electrónicos secuestrados. De acuerdo con los elementos recogidos en las tareas de investigación, la banda estaría conformada únicamente por residentes mendocinos y efectuaba publicaciones y mantenía comunicaciones mediante los servicios de mensajería Whatsapp y Telegram.

La pesquisa fue iniciada durante la segunda mitad del año pasado a partir de una presentación de las fuerzas policiales que advirtió sobre una posible radicalización de personas en ese territorio y que debía atenderse el escenario internacional. La fiscalía sumó la información que surgía de una causa penal en trámite, que permitió aumentar la evidencia para el caso.