El brote histórico de dengue en el país sigue entregando cifras alarmantes, al tiempo que la presencia del ministerio de salud y su titular se hacen notar por una increíble ausencia ante un momento tan dramático donde se reportaron más de 180 mil casos y 129 muertos.

Las guardias de los hospitales están desbordadas por la presencia de personas que sospechan estar infectadas. No hay fumigaciones masivas para eliminar el mosquito como vector del virus y conseguir repelentes se ha transformado en una verdadera odisea. En este contexto el ministro Mario Russo evita la presencia pública a tal punto que pocos reconocen su rostro o tan siquiera ligan su apellido con el cargo que ocupa.

La ausencia de una voz oficial es ocupada por un sin fin de seudo especialistas en el tema. Se escuchan miradas contrapuestas, no solo sobre síntomas de la enfermedad y como combatirla, también sobre la efectividad de la vacuna y si es recomendable aplicarla.

La ausencia mediática del ministro Russo raya con lo vergonzante. Mucho más cuando es reemplazada por opiniones como la diputada nacional libertaria Lilia Lemoine quien ayer salió a cuestionar la vacuna diciendo que su aplicación forma parte de una metodología kirchnerista como lo fue durante la pandemia. «Si tuviéramos un gobierno kirchnerista ya habrían comprado todas las vacunas para aplicárselas a todos y no sirve de nada», aseguró Lemoine que no es medica, ni sanitarista, ni enfermera, ni científica, ni nada parecido a alguien que tenga conocimientos mínimos para recomendarle a la población que hacer frente al dengue bajo las actuales circunstancias.

Dengue y Lousteau. Los fallos de mercado NO EXISTEN.
Se sigue cumpliendo todo lo que dijo @JMilei pic.twitter.com/74SG220zCO

— Lilia Lemoine 🍋 (@lilialemoine) April 2, 2024