El último reporte de la OMS señala que el COVID-19 ha infectado a más de 2,2 millones de personas en todo el mundo. La concentración más brutal recae en Estados Unidos, país cuyo presidente, Donald Trump, minimizó en un primer momento las consecuencias que podía acarrear el coronavirus y ahora registra más de 700.000 y 37.054 muertes. El aumento de víctimas fatales parece imparable por estos días, en las últimas 24 horas el país del norte de América reportó más de 4.500, una cifra que ninguna otra nación afectada por el virus registró en tan solo un día.

España es el segundo país más afectado acumulando 192.237 casos, y 20.171 muertos. Lo siguen: Italia, con más de 172.434 (22.745); Francia con 149.130 (18.703); Alemania con más de 149.397 (4.352) y 141.000; Reino Unido con más de 109.769 (14.607). Todas naciones altamente desarrolladas que no han podido frenar el embate mortal del virus que surgió en China dejando 82.719 infectados y 4.632 muertos.

La situación se desborda cada vez más en Brasil que está registrando más de 200 muertos por día, alcanzando un total de 2.171 con 34.221 infectados. La vecina nación argentina mantiene una política relajada respecto a la enfermedad, producto de una brutal irresponsabilidad de su presidente Bolsonaro quien sale a pasear por las calles haciendo compras como una forma de mostrar que no le teme al virus y no hace falta declarar un aislamiento obligatorio como plantean varios gobernadores, especialmente el de San Pablo la ciudad más afectada por el coronavirus.