Por Claudio Leveroni

¿Cuánto daño dejará la pandemia en la economía mundial?, ¿Cuáles será las consecuencias que pagará el mundo, además de las valiosas vidas que se truncaron, por la fuga del coronavirus y su viaje por todo el planeta? Analistas de todas partes, y con intereses diversos, tienen  miradas distintas sobre el pos Covid-19, la pandemia más extensa que se ha conocido en los tiempos modernos.

Según las últimas previsiones oficiales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), publicadas a principio de marzo, la epidemia del coronavirus restará medio punto porcentual al crecimiento de la economía mundial en 2020, frenando una expansión estimada, previo a la pandemia, con un crecimiento del 2,4 % para este año. El economista español Ramón Tamames asegura que en su país “la vida de la inmensa mayoría de los ciudadanos, fundamentalmente los asalariados, tiende a hacerse más espartana por disminución del consumo y la inversión, con un ahorro que crece difícilmente para acumular recursos indispensables de cara a la posibilidad de caer en el paro (despido)”. El dato del veterano economista sobresale observando las cifras publicadas este jueves por el diario El País, señalando que tras la aparición del coronavirus con consecuencias brutales en España (117.710 casos, 11.009 muertes) perdieron su trabajo 900 mil personas llevando la cantidad de desempleados a 3.5 millones. Datos de uno de los tres países más afectados por la pandemia.

El gobierno argentino tomo nota con debida anticipación. Un DNU firmado por el presidente anula la posibilidad de despidos por 60 días. Claro que el estallido podría darse el día 61 de no mediar una articulación que permita no desencadenar una ola de despidos masivos como los que sufre España y varios países más como Estados Unidos donde perdieron su empleo 10 millones de personas en las últimas semanas.

No todos los economistas tienen la mirada puesta en la misma dirección que Ramón Tamames. La presidenta del banco Santander, Ana Botín, sostuvo que el coronavirus está produciendo “una crisis económica global sin precedentes”, pero ella es optimista entendiendo que a partir de mitad de año “la economía podría registrar una recuperación notable”. Botín entiende que el ahorro que acumulan aquellos sectores que no han gastado en estos meses de parate, lo volcarán al consumo reactivando la rueda productiva.

A quienes gustan hacer comparaciones históricas sacan a relucir la reactivación mundial que hubo tras la segunda guerra mundial. Al concluir aquella pandemia bélica Europa y Japón habían perdido el 50% de su potencial industrial. Quedaron truncas cosechas enteras, y el hambre, que había sido erradicado en el viejo continente desde el siglo XVIII, apareció de nuevo. Tras el conflicto el Reino Unido, Francia y Alemania, perdieron definitivamente el liderazgo económico a manos de Estados Unidos que no tuvo que afrontar la reconstrucción de ciudades enteras ni vio resentida su estructura productiva, como sí la sufrió Europa y parte de Asia. La economía estadounidense salió reforzada experimentando un espectacular auge, especialmente en su sector industrial, con el crecimiento del producto interior bruto en torno al 10% anual, convirtiéndose en el mayor proveedor de productos manufacturados a los aliados, a quienes le había concedido importantes sumas de dinero en forma de créditos. El dólar se impuso como moneda de cambio internacional, desplazando al oro, y Estados Unidos se transformó en el principal acreedor de la mayoría de los Estados controlando dos tercios del total de las reservas mundiales de oro.

Si el tiempo actual nos pone en una guerra, ante un enemigo invisible, tan dolorosa como la última mundial, ¿qué región será la que saldrá más fortalecida?, cuál será  la más perjudicada?, teniendo en cuenta que las principales potencias mundiales que encabezan el ranking desbastador del coronavirus. Las seis primeras son Estados Unidos, Italia, España, China, Alemania y Francia, que tendrán serios desafíos para recuperar su dignidad económica.

El precio del crudo de petróleo bajó un 65% desde enero, jaqueando a los países árabes. La economía de Japón ha decrecido en el primer trimestre de este año un 2,7% en comparación al año anterior. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que está preparado para movilizar un billón de dólares para combatir los efectos económicos y humanitarios de la pandemia. Es toda la capacidad de préstamo que tiene el organismo. Posiblemente, Rusia sea la potencia menos golpeada por la pandemia. En consecuencias humanas tiene poco menos de 4.200 contagios y tan solo 34 fallecimientos. Su economía no parece tan resentida, inclusive se opuso ante los miembros de la OPEP para no disminuir la producción de petróleo, tal como quería el resto de los integrantes de la organización de país productores de petróleo, aunque este viernes acordó nuevas reuniones para la semana entrate analizando esa posibilidad ya que el barril pisó los 34 dólares. Con semejante panorama desolador mundial, será difícil que el gobierno de Putin pueda mostrar expansión en el corto plazo. Tan solo podrá considerarse el menos herido en una guerra que nadie declaró como tal.