Finalmente fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien encabezó junto al secretario de Comercio, Pablo Lavigne, una reunión con empresarios de las principales cadenas de supermercados. En principio se había señalado que el titular del palacio de Hacienda no participaría de este plenario, que tuvo como objetivo para el gobierno buscar que las grandes tiendas acompañen una baja o, al menos, estancamiento en los precios de los productos de la canasta familiar.

Antes del encuentro Caputo estuvo reunido con Karina Milei en casa Rosada para analizar el marco de negociación a proponer frente a los supermercadistas. Milei se niega a negociar acuerdos que pongan límites a los precios autoconvencido que los precios se reguilan solos por la oferta y demanda. Está visto que no es tan así, la liberación de precios solo logró bajar la capacidad adquisitiva de los argentinos y expandir el nivel de rentabilidad de los intermediarios .

En tono amistoso Caputo señaló ante los empresarios que los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica. Remarcó que marzo está siendo un mes complicado. Los interlocutores escucharon impávidos, como si nada. El ministro barajó porcentajes remarcando que en las dos primeras semanas de este mes los productos frescos aumentaron más de un 13%, las bebidas por encima del 10%. Con gestos de cándida inocencia preguntó porque no evitar las promociones tipo 2 x 1 y aplicar una rebaja directa a los productos?.

Uno de los presentes justificó que es una antigua herramienta de seducción al consumidor que se entrelazaba con los programas ya caídos como Precios Justos. No más que eso. Caputo insistió en la necesidad de mostrar que hay un freno a la inflación. Falta aún la actualización de las tarifas energéticas, recordó otro empresario casi como respuesta que no es tan así la detención paulatina de la inflación.