Argentina afrontará el año próximo voluminosos vencimientos de su deuda externa que representarán un verdadero desafío para el gobierno. En enero deberá cumplir con bonistas, se trata de un monto estimado en u$s4.800 millones (u$s1.700 millones corresponden a intereses). Una cifra similar también tiene fecha de pago en junio.
Buscando dar un mensaje de confianza a los mercados, para que incida en una baja del riesgo país, el gobierno ya giró al Banco de Nueva York la parte relacionada a los intereses de ese vencimiento de enero. Una señal que le permitió al ministro Luis Caputo negociar más endeudamiento.
Desde Washington, donde se encuentra por estas horas, el titular de la cartera económica anunció que el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo desembolsarán u$s8.800 millones a la Argentina.
Según se señaló u$s2.000 millones de ese monto será utilizado para «la protección social, la educación y la ayuda a los sectores vulnerables para hacer más asequible el transporte y las tarifas eléctricas».
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