El gobierno boliviano manifestó a través de un comunicado su preocupación por el intento de su par argentino de instalar un cerco de alambre en la localidad de Aguas Blancas, Salta, que se extendería desde la terminal de micros hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, buscando evitar el paso ilegal de personas y el contrabando.

Según el comunicado emitido en las últimas horas por la Cancillería boliviana la instalación de ese cerco podría generar tensiones en la relación de buena vecindad y convivencia pacífica que históricamente han mantenido ambas naciones. «Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos», señala el anuncio oficial del vecino país.

La propuesta de alambrar ese tramo de la frontera surgió desde el ministerio de Seguridad argentino que conduce Patricia Bullrich como parte de un Plan que han llamado Güemes que se supone esta focalizado en fortalecer las fronteras del norte.