Una nueva persona fue detenida por orden de la jueza federal María Eugenia Capuchetti en la investigación por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de una amiga de Brenda Uliarte, una de las dos personas que permanecen a resguardo de la justicia por este hecho. La detención se produjo en el marco de tres allanamientos ordenados después de haber descifrado mensajes de los celulares de los principales sospechosos del intento de magnicidio.
Dirigentes del oficialismo vienen apuntando severas críticas a las demoras que hay en la investigación judicial que desarrolla el juzgado que entiende en la causa del atentado a Cristina Fernández de Kirchner. El diputado Rodolfo Talihade se mostró indignado al señalar que “a esta altura ya tendríamos que estar hablando de actos terroristas, de bandas de neonazis que hacen terrorismo y de quienes las financian, pero Capuchetti y Rívolo ni siquiera están pensando en detener a los copitos. Se nota demasiado”.
La causa volvió a ser enmarcada por segunda vez bajo secreto de sumario, después de haber podido ingresar a los celulares de los dos detenidos y encontrar comunicaciones entre sí y con terceros donde quedaba en claro que habían intentado en varias oportunidades agredir a la Vicepresidente. Más aún, el propio Presidente Alberto Fernández señaló que de esas conversaciones se desprende que él seguía como próximo objetivo. Recordemos que semanas atrás el Presidente reveló que fue amenazado, algo que estaba investigando la Policía Federal.
Frente a esta cantidad de pruebas no se entiende como aún las autoridades judiciales no han ordenado más detenciones ya que existen pruebas de la existencia de un complot para atentar contra figuras del gobierno que involucra a varios grupos de extrema derecha entre quienes se encuentran los integrantes de la banda “los copitos”, así caratulada por la utilización de copos de azúcar que vendían los implicados para realizar estudios de campo de los funcionarios que tienen en la mira.