“No hay alternativa de ajuste” aseguró el Presidente Javier Milei en su primer discurso desde la explanada del Congreso Nacional y de frente a sus partidarios congregados para celebrar su asunción. “Argentina entrará en un proceso de ordenamiento y reformas” señaló remarcando que comenzaba una nueva era después de décadas de fracaso.

No hubo palabras esperanzadoras en el mensaje, prometió ajustes y advirtió que quienes corten la calle protestando “se les cortará el plan”. Remarcó que habrá “un ajuste fiscal de 5 puntos del PBI que caerá sobre el Estado y no sobre el sector privado” y reiteró “no hay plata”. 

Milei estuvo lejos de contemporizar, apuntó a fortalecer la confrontación con el peronismo en particular. Sus palabras apuntaron a señalar al gobierno saliente y puntualmente al kirchnerismo, como los responsables de un panorama económico que describió como la peor herencia recibida en todos los tiempos. “Ningún gobierno recibió una herencia peor de la que recibimos nosotros” incluyendo en ese contexto al cepo cambiario (sin recordar que lo impuso Mauricio Macri). “Nos han arruinado la vida”, sentenció.

El presidente también acuso al gobierno saliente de dejar condiciones para una hiperinflación, vaticinando que si se concreta habrá “un 90% de pobreza y 50% de indigencia”

Haciendo historia revindico las políticas de la generación del 80 afirmando que en aquellos años “Argentina fue la primera potencia mundial” (no hay datos para afirmar que esto sea así).