El proyecto Tronador II, el primer cohete argentino que transportará satélites al espacio colocando al país entre los 10 del mundo que dominan el ciclo espacial, sigue avanzando superando etapas para su pronta concreción. En octubre pasado el gobierno nacional anunció una inversión de $9.730 millones para el desarrollo de este primer prototipo del lanzador argentino de satélites.
El proyecto se realiza en los centros espaciales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), una parte en el CETT, en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje. La infraestructura requerida para los servicios de lanzamiento estará emplazada en el CEMB, en Bahía Blanca.
La firma VENG, que es una empresa de servicios y desarrollos tecnológicos de alto valor agregado, está constituida como sociedad anónima con participación estatal mayoritaria a través de la CONAE. Se especializa en la actividad espacial, en la que cuenta con más de 15 años de experiencia, y tiene una nómina actual de 470 trabajadores y trabajadoras.
Además de incluir a la empresa VENG como principal contratista, el desarrollo del lanzador Tronador II involucra el trabajo de más de 50 empresas nacionales e instituciones públicas del sistema nacional de ciencia y tecnología argentino.
El proyecto prevé lanzar el TII-70 a comienzos de 2026 desde el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), en la plataforma ubicada en el paraje La Capetina, y se espera que realice un vuelo suborbital a 150 kilómetros de altura. En tanto, los lanzamientos del TII-150 y el TII-250 están previstos desde el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), en Bahía Blanca.