Una tendencia que se viene reforzando en los últimos años en Argentina y buena parte del mundo, la disminución de nacimientos. Cada vez más son las parejas que deciden no tener hijos, o solo uno. Una conducta que va a contramano del modelo familiar heredado, que tenía la concepción de dos y tres hijos como un mínimo culturalmente reiterado.
La tasa de natalidad en Argentina descendió un 36% en tan solo 8 años, desde 2014 a 2022. Informes anuales de Estadísticas Vitales publicadas desde el Ministerio de Salud de la Nación, señalan que en 2015 hubo 770.040 nacimientos en Argentina. En 2020 esa realidad descendió a 533.299, una cifra que representó 92.142 menos que en el año anterior. La cantidad siguió bajando en los años siguientes, en 2022 fue de 495.295.
Si la estadística la extendemos en el tiempo el descenso de la natalidad es mucho más acentuado. Lo es no solo en Argentina. América Latina es una de las regiones con más bajo índice de natalidad- Con una baja del 68,4% es la que registró la mayor caída de fecundidad mundial entre 1950 y 2024.
La ciudad de Buenos Aires, que arrastra una tendencia expulsiva para su población, manifestada en tener la misma cantidad de habitantes (más o menos 3 millones) en los últimos 70 años, arroja un descenso de natalidad muy alto.
Las cifras oficiales del Registro Civil porteño, entre enero y mediados de diciembre de 2024, tienen inscriptos 37.864. Representa una caída del 12% en comparación con el año anterior que tuvo 43.075 alumbramientos. Es una tendencia que se viene manifestando desde 2016, cuando los nacimientos en CABA fueron 76.298.
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