El decreto por el cual el presidente Milei designa a dos nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia está generando serios cuestionamientos desde distintos sectores. Para el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) nombrar jueces por decreto es una maniobra antidemocrática, remarcando que «es inconstitucional y un problema político».
Para el ex integrante de la corte Raúl Zaffaroni el presidente está armando un problema tremendo ya que «los jueces de la Corte van a firmar fallos junto a gente que no fue designada correctamente. Esa gente incurriría en usurpación de cargo». En tanto el excamarista federal y actual presidente del Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal (CPACF) Ricardo Gil Lavedra calificó el hecho como un «retroceso institucional que afecta seriamente la independencia judicial».
El exjuez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda también criticó la designación por decreto de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla y cuestionó: «No sé en qué lugar de la Constitución está esto, no es así».
Elisa Carrió definió que desde el punto de vista institucional y republicano, esas designaciones son «un verdadero horror. En cuanto a Lijo, es un escándalo de corrupción de magnitud nacional e internacional». Por su lado el senador y presidente de la UCR Martín Lousteau, sostuvo que «Milei muestra el desprecio que tiene por la Constitución y su devoción por la mentira como método».
El diputado nacional por Mendoza Julio Cobos reflexionó que «una institución tan importante como la Corte Suprema de Justicia, cabeza de otro poder del Estado, requiere toda la legalidad y legitimidad para su composición».
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