A mediados de agosto la Fundación Favaloro presentó en la Legislatura porteña un proyecto pidiendo descatalogar un inmueble, que es de su propiedad, ubicado sobre la avenida Belgrano 1772 a un lado del edificio central del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro (1746). Fundamentó esa solicitud en la necesidad construir allí un nuevo edificio para atención ambulatoria.

Atendiendo el particular perfil relacionado con los negocios inmobiliarios que identifican la gestión Larreta, se trata de un tema que esta siendo observado por organizaciones ambientalistas que ya se han puesto en alerta ante este hecho. Anticipan que no existen antecedentes en quitarle la protección a una construcción de la Ciudad que tiene protección por sus características históricas y arquitectónicas. María Eva Koutsovitis, fundadora de El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos, sostuvo que se trata de un “antecedente gravísimo para la protección del patrimonio de la ciudad ya que implica que a partir de ahora ningún inmueble que goza de protección patrimonial está a salvo de intereses privados”. 

Por su lado Jonatan Baldiviezo, del Observatorio del Derecho a la Ciudad, también se mostró crítico observando que se trata de la pérdida de patrimonio porteño. “Teníamos la confianza que los inmuebles que cuentan con protección patrimonial estaban salvados de la especulación inmobiliaria desbocada en la ciudad, los negociados y la sobreconstrucción. La aprobación de este proyecto de ley nos demuestra que ningún inmueble protegido está a salvo”, señaló.

La Fundación propone excluir al inmueble del “Listado de Inmuebles Catalogados Singulares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, que están protegidos en el Código Urbanístico. La descatalogación implica que el edificio podrá ser demolido sin siquiera conservar la fachada del edificio. En su lugar la Fundación construirá otro de 10 pisos.

El proyecto lo peticiona Luciano Gentile, director operativo del Hospital Universitario Fundación Favaloro y lo hizo propio el diputado oficialista Daniel Del Sol, que preside la Comisión de Planeamiento Urbano y también es vicepresidente primero del bloque Vamos Juntos. Para que sea ley requiere doble lectura, es decir la aprobación en primera instancia y tras una audiencia pública necesitará una segunda aprobación para que sea ley. En ambas requiere al menos 31 de los 60 votos de los legisladores porteños.

Este proyecto de ley fue aprobado en primera lectura sobre tablas (es decir sin debate en comisión) el pasado 2 de noviembre en Legislatura. Levantaron la mano 35 legisladores (Vamos Juntos + Libertad Avanza), los 17 de Unión por la Patria se abstuvieron y los 2 representantes de la izquierda lo rechazaron (FIT).

La falta de certeza de como quedará conformado el bloque oficialista después del 10 de diciembre con la renovación parlamentaria, abre la posibilidad que el proyecto ingrese por el carril rápido para su aprobación. Más que una posibilidad, es una realidad. Un primer indicador indisimulable de esta llamativa celeridad fue su ingreso sobre tablas a la sesión del pasado jueves sin siquiera haber sobrevolado una comisión.