Este sábado cierra la presentación de listas para disputar, el 17 de noviembre, la presidencia del Partido Justicialista. La primera en dar el presente fue la que encabeza Cristina Fernández. Una posible segunda, con el riojano Ricardo Quintela al frente, estaba pendiente en las primeras horas del inicio del fin de semana.

El gobernador dio indicios que sí lo hará. Lo hizo a través de su cuenta en la red X donde señaló que siguen “con entusiasmo construyendo este proyecto”, para después lanzar con cierto tono quejoso por la falta de comunicación con su eventual adversaria. “La vocación de conducir siempre debe ir acompañada por la capacidad de abrazar y contener”, escribió apuntando a CFK, aunque sin nombrarla.

Voceros informales cercanos a la ex presidenta se encargaron de resaltar que hubo llamados a Quintela que no fueron respondidos. Había promesa de un encuentro entre ambos este viernes, algo que finalmente no se concretó. Un comentario similar surgió desde el bunker del riojano. “Atiendan el teléfono, tienen varios llamados con la característica 3804 Abrazo grande!” le escribió a Oscar Parrilli, también en la red X , Jorge Yoma que es uno de los operadores de Quintela.

En su presentación de lista Cristina Fernández sumó en la primera vicepresidencia al senador formoseño José Mayans. La segunda quedó para otro integrante de la Cámara Alta, la catamarqueña Lucía Corpacci. La tercera fue para el diputado rosarino Germán Martínez; la cuarta para Mariel Fernández, intendenta de Moreno con referencia en el Movimiento Evita, y la quinta para Ricardo Pignanelli, el secretario general de Smata.

Hay un relato de quienes ofician por estas horas como voceros de Cristina sobreactuando cierto conflicto relacionado a una puja de la ex presidenta con el gobernador Kicillof. Posiblemente, el lanzamiento de esos rumores tengan como objetivo buscar adhesiones al propio mandatario provincial de un sector del electorado nacional, no gorila, pero habitual consumidor de medios de comunicación que tienen una dinámica de ataque permanente contra Cristina.

Por encima de los lógicos forcejeos en posicionamientos por espacios de poder, algo que es parte de la naturaleza política, el mandatario provincial dio públicas señales en el acto del 17 de octubre de un alineamiento absoluto a la figura de CFK.