El 23 de septiembre de 1947, bajo la primera presidencia de Juan Domingo Perón, se promulgó la ley de voto femenino que había sido votado dos semanas atrás en el Congreso Nacional. La llamada «Ley Evita» significó el ejercicio efectivo de la democracia argentina y una conquista de las mujeres para beneficio de todo el pueblo.

Finalmente las mujeres argentinas pudieron ejercer este derecho en la elección presidencial del 11 de noviembre de 1951 que dejaron como resultado un triunfo aplastante de la fórmula Perón-Quijano sobre la que encabezaban Ricardo Balbín y Arturo Frondizi, logrando el 62 % de los votos.

Sobre un total de 8.623.646 empadronados, 4.225.467 eran mujeres (48,9% del padrón). Votó el 90,32% de las ciudadanas inscriptas. Evita, la principal impulsora de este derecho, emitiría su voto desde su lecho de enferma.