La recolección de residuos es uno de los principales gastos que tienen las comunas del Gran Buenos Aires. La mayoría de estas administraciones locales decidieron, desde hace tiempo, entregarle el servicio a empresas que se llevan porcentajes importantes de los presupuestos comunales. Quilmes logró ir contra esa tendencia y en 2014 retomó la responsabilidad del servicio.

Los cambios políticos que se dieron en 2015, instalando al cocinero Martiniano Molina al frente de la comuna, derivó en una acción devastadora en general y del servicio de recolección domiciliaria en particular. Al final de su gestión de los 34 camiones que posee la comuna para realizar esta tarea, solo funcionaban 10. Fue el resultado de un poco de inoperancia y otro tanto de boicot para forzar la privatización del servicio de la mano del enojo del vecino.

El peronismo retomó las riendas del poder comunal en diciembre último declaró la Emergencia Ambiental en todo el distrito y, a poco de andar en medio de gastos extraordinarios para combatir la pandemia, la nueva administración dio señales de mejorar el servicio. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, presentó este martes 10 nuevos camiones que formarán parte, junto a otros 5 recuperados, de la flota municipal para el sistema de recolección de residuos.

“Desde el primer día de nuestro gobierno trabajamos para aumentar la flota de camiones. Hoy estamos más cerca de poder contar con un sistema de recolección completo y eficiente. Sabemos que falta, pero este es un primer gran paso para lograr nuestro objetivo: hacer de Quilmes una ciudad limpia y sustentable”, afirmó Mayra Mendoza durante la presentación de los nuevos vehículos.